Casualizar
Como hacer que las cosas pasen
"En lugar de modificar el espejo para mejorar lo que refleja, cambia tú para que el espejo refleje otra imagen."
En el antiguo Egipto, el mundo de las ideas y del caos que representa vivir en ellas, era representado por Seth, el dios del caos al que Horus vino a desterrarlo para tomar el reinado. Horus representa el hacer, el llevar a cabo las cosas. Mientras que Seth eran solo ideas, Horus cuya lectura de su nombre nos trae palabras como "orar", "oración" (la palabra hecha acción) "oráculo" es quien viene a "imponer un orden" a ese "caos" en el que las ideas convivían en el reinado de Seth.
En esta mitología egipcia, vemos como la palabra tiene un peso superior al de las ideas, porque son las palabras las que dan órdenes, o sea, ordenan, y no así las ideas. En la religión Judeo Cristiana, partiendo del libro de "la biblia" en el viejo testamento, arranca diciendo "En el inicio, Dios dijo, hágase..." es decir que todo comienza o "inicia" con "decir", o sea con la palabra. Con esto quiero decir que el mundo de las ideas es solo eso, ideas dispersas, sin un orden, es caos puro y pueden estar muy claras estas ideas, pero no dejan de pertenecer a un mundo volátil. Si has llegado hasta acá es porque entiendes que hay algo en tu vida que no está siendo armónico con los resultados que estas queriendo lograr, y es ahí donde a través de materializar una idea, tenemos que ver cuales son las palabras correctas que tenemos que hacer uso para llegar a nuestra meta.
Cuando hablamos de ordenar, hablamos de ejecutar, de cumplir una orden, una orden que viene desde un pensamiento y una idea que queremos llevar a cabo, y esa orden, viene de querer "ordenar" nuestro caos para poder llevar a cabo esa "idea". Al ordenar, y ejecutar esa orden, estamos imponiendo un método para llevarla a cabo, y más allá de que el método sea efectivo o no, solo el ejecutarlo nos va a traer un resultado que será parte de la "enseñanza".
Y digo de la enseñanza porque muchas veces hacemos una y otra vez las mismas ordenes esperando resultados distintos, actuando desde un automatismo basado en una falsa fe de que en algún momento ese resultado va a cambiar. Cuando luego de varios intentos no llegamos a un resultado que nos agrade las opciones producto de la desilusión son pocas. O desertamos y abandonamos el proyecto o nos ponemos a pensar si realmente nuestros conocimientos para aplicar una "orden" son los correctos para ese momento, para esa meta en particular y es ahí donde me voy a remontar a mi libro anterior (Humanos – manual de usuario) cuando en una historia cuento de alguien que se "encuentra en un problema" o sea se haya a si mismo inmerso en una situación que no sabe resolver, se "encuentra" se observa y se siente cerca de un fracaso por no poder lograr su objetivo. Pero es ahí justamente donde tenemos que darnos cuenta que simplemente quizás la "orden" no está en armonía con lo que queremos, que nuestros conocimientos sobre eso necesitan ser ampliados, y es desde ahí y SOLO desde ahí que tenemos que ver la opción de agregar contenido a nuestra mente. Agregar nuevas estrategias, nuevos "METODOS". Y para eso tenemos que salir de la zona de confort creyendo que el abanico de posibilidades solo existe en lo que ya conocemos, y por mas experiencia (sabiduría) o teoría (estudios) que apliquemos, muchas veces la revisión de ese contenido hay que ponerla bajo la lupa y darnos cuenta que el mundo, al igual que nosotros, evolucionamos, y que ese "método" ya no es acorde al objetivo.
Ordenar el caos de las ideas implica someter a nuestro ego a aprender uno o más "métodos" y método, me recuerda a una frase en ingles que dice "me to do" "yo para hacer" o sea, no dice para pensar, dice para hacer, para ejecutar, y ¿ejecutar que? Una orden. Una orden que viene de "ordenar" nuestro caos mental.
Aquí nos tenemos que dar cuenta que hay un proceso, llamado "alquimia" que nos va a permitir transformar las cosas. Y es esa alquimia la que nos lleva a reformular nuestro pensamiento y proponer a nuestras creencias, una segunda oportunidad de validarlas o reemplazarlas por nuevas. Es ahí donde nuestro proceso de entendimiento tiene que desarrollar la capacidad de entender que hay ideas que tenemos que soltar para que agreguemos nuevas y sean mas acordes al resultado que queremos. La alquimia nos va a permitir reformularnos ideas mal aprendidas como "sin un título no sos nada" o "el dinero es escaso y cuesta ganarlo" "para ganar dinero hay que trabajar duro". Y detrás de esas ideas, hay un orden establecido que claramente no está siendo acorde con el resultado que deseamos obtener y que, desde ya, el darles una oportunidad de volver a analizarlas nos pone en la incómoda situación de tener que soltar algunas creencias, algunos métodos, que aprendimos de alguien.
Demas está decir que no existe la "magia" sin primero aprender los métodos para hacer que eso ocurra. O sea, que hay un precio que pagar por "hacer que las cosas pasen" y ese precio está en la terquedad que tenemos que abandonar cuando no vemos resultados que queremos, en soltar esas creencias que nos limitan tanto en nuestras acciones que nos hacen una y otra vez caer en los mismos resultados. Y hacer que las cosas pasen, tomarse la labor de ponerse a aprender nuevos métodos, es lo que los ignorantes, en su zona de confort le llaman "y bueno tuvo suerte" o "en algo anda que obtuvo eso". O sea que pagar el precio por aprender nuevas cosas no es mas que hacernos de una teoría que tenemos que llevar a la práctica, o sea vivirla, o sea, hacerla parte nuestro, o sea una vez más, poder contarlo desde la sabiduría de haber vivido el proceso. Y que más allá del resultado, lo que nos sirve es que cuanto mas intentemos, mas cerca vamos a estar de lo que queremos. Arrancamos el capítulo hablando de una idea, mezclada entre tantas, cuyo resultado no aparece porque estaba solo en el plano de las ideas y terminamos llegando a la conclusión de que, para llegar a concretar esa idea, eso que paso de estar en un lugar de nuestra mente a hacerlo real, solo teníamos que accionar, pasar a la acción, dejar de tener ideas, y ponernos a ejecutar ordenes que fueron previamente "ordenadas" a través de la palabra. En pocas o muchas palabras lo que estamos diciendo es que necesitamos comprometernos con el objetivo, sabiendo que tenemos que romper barreras de ideas limitantes, para adquirir nuevos conocimientos y llegar a través de la experiencia (usando métodos) a nuevos resultados. Simplemente hicimos que las cosas pasen, generamos un entorno para que se produzcan casualidades, o sea, aprendimos a casualizar, aprendimos algo que, sin darnos cuenta, aumentó nuestra confianza, nuestra autopercepción, autoconcepto, autoimagen, es decir, generamos autoestima.
Thomas Alva Edison, el creador de la bombilla eléctrica, o foco, le tomo más de 1200 intentos llegar a un resultado satisfactorio. Imaginen un mundo sin luz para iluminarnos, imaginen si Edison abandonaba en el intento 10, 100, o incluso 1000. Cuantas veces se tuvo que sentar a re evaluar sus conocimientos, abandonar ideas y traer nuevas, con nuevos métodos.
El no saber, no deber, no poder, no tener, están apoyados en lo mismo, una idea y existen tres pasos como para resumir lo que hemos hablado y es que, para concretar una idea, partimos de una incomodidad planteada como por ejemplo:
Me falta un auto, no tengo auto, automáticamente la primera pregunta, o el estado siguiente estado de conciencia es preguntar, ¿Qué me falta que me falta el auto?, y las respuestas pueden ser varias, pero por lo general la respuesta será que me falta dinero, y elevando aún más el nivel sigue la siguiente pregunta ¿Qué me falta que me falta dinero? Y la respuesta puede ser, porque no tengo un trabajo, o el trabajo es de bajo salario, o no tengo estudios, etc. El universo de respuestas es amplio, pero todos tienen un origen, y ese origen es "la carencia" producto de la historia que nos venimos contando del porque no conseguimos tal o cual cosa. Supongamos que la respuesta sea porque no tengo trabajo, entonces la pregunta que sigue es, y ¿porque no tengo trabajo? Una respuesta posible es porque en las entrevistas algo ven las personas que no me contratan, quizás no confió en mí, porque piden experiencia previa, porque te contratan por dos meses y luego te echan, y fundamentamos nuestro presente con "ideas" que tenemos formadas muchas de ellas sin fundamentos solidos como el de la experiencia, y aun así fuera, que mejor oportunidad de volver a intentar para cambiar esa creencia limitante.
Como veras es cada vez mas cerrado y mas profundo llegar al origen del problema, porque en definitiva el problema no es que no tengo auto si no que tengo una construcción de ideas que como resultado plasman que me falta un auto, pero el origen de que me falte está adentro mío. Entonces los efectores (lo que causa el efecto de lo que estoy haciendo) deben ser auditados y modificados, o sea cambiar una creencia por otra. Dejar de auto percibirme ignorante porque no tengo estudios y ponerme a estudiar, dejar de percibirme con un desempleado y ponerme a trabajar, o dejar de tener los ingresos que tengo poniéndome a generar aún más. Una vez mas para hacer que las cosas pasen, necesitamos de las tres principales conductas. Disciplina, compromiso y determinación. O sea que generar casualidades tienen como base fundamental estos tres conceptos. Aplica todo esto para cualquier espacio en tu vida, el laboral, el de las relaciones de parejas, amigos, familia, dinero, cosas materiales, etc y solo así nos daremos cuenta que el auto, la casa, el viaje, es solo un pretexto para conseguir la metanoia (cambiar de mentalidad) y ese pre-texto, es el texto anterior a lo que quería en mi vida. Y sin darnos cuenta, terminamos generando nuestro método para conseguir que las cosas pasen. Haremos que nuestro Horus(la palabra), destierre a nuestro Seth (idea) aplicando métodos, (no importa la variedad ni la cantidad de intentos) que se van a acercar mucho mas a lo que en mi caos, hice tangible a mi nueva realidad.
La vida no te da lo que quieres, la vida te da lo que mereces de acuerdo a como piensas.
Es hora de comenzar a hacer que las cosas pasen, es hora de generar nuevas casualidades, es hora de "casualizar"